No es ningún misterio la existencia de negligencias médicas en el día a día, y más aun echando un vistazo al listado de situaciones que hemos ilustrado en apartados anteriores, y que suele derivarse de diferentes problemas como falta de interés, falta de preparación, escasez de medios, recortes en materia sanitaria, etc.

Las consecuencias, como hemos pedido comprobar son también de variada índole, entre los que encontramos infecciones varias, discapacidades, empeoramiento de síntomas,…

Pero sin duda, lo que peor puede derivarse en el caso de mediar una supuesta mala praxis es la muerte por negligencia médica del propio paciente.

Las negligencias médicas por errores de diagnostico y tratamiento o las negligencias por falta de medios hospitalarios, entre los que incluimos la experiencia del profesional, suelen ser las causas mas comunes en lo que a fallecimientos de pacientes nos referimos.

En el ámbito externo al del centro sanitario, el retraso en el diagnostico también puede ser una causa en el cual se puede derivar el posterior fallecimiento, al no haber tratado en el momento justo, se pueden haber agravado los síntomas, que, en caso contrario se pudieron haber detectado, tratado y posiblemente remitido.

Caso de muerte por negligencia médica

Haremos mención a un caso que tuvo lugar en febrero de 2009, y el cual se encargo de resolver la Audiencia Provincial de León (SAP LEÓN, SECCIÓN 3ª, nº 357/2013, 26 DE ABRIL DE 2013) y en la cual se relataban los siguientes  hechos, según los cuales un hombre habría tenido que ser atendido en un hospital público tras habérsele clavado un cuchillo de cocina en el quinto espacio intercostal paraesternal izquierdo, tras una disputa doméstica.

El médico encargado de tratar no le sometió a ninguna prueba para comprobar que se hubiesen tocado órganos vitales, ni le internó para su observación, y, lo más grave si cabe, no redactó ningún tipo de historial médico, al considerar que trataba únicamente de una herida superficial.

Horas más tarde sufrió un proceso hemorrágico que obligo su rápido traslado a urgencias para someterse a una intervención quirúrgica al verificarse la existencia de fallos en sus constantes vitales y constatar que presentaba un cuadro clínico compatible con un síndrome anémico agudo y un shock hemorrágico de pronóstico grave. Desgraciadamente nada se pudo hacer para salvarle, consecuencia de un lesión cerebral secundaria a parada cardiorrespiratoria, derivada de la hemorragia en el área torácica.

Lo que sí quedo claro es que una exploración más detallada en las horas posteriores a la realización de la herida pudo haber evitado el llegar a este trágico final.

El problema aquí es claro. Muchas ocasiones la muerte por negligencia médica es derivada de la falta de diligencia de los profesionales sanitarios, bien, como hemos dicho en muchos casos, por la falta de preparación, o en muchos casos y aun grave, por falta de interés o por no echar más horas o trámites.

Muerte por negligencia médica. Jurisprudencia

Otro gran problema con el que nos encontramos es que ningún área del ámbito sanitario se salva de esta suerte. Porque lo mismo puede pasar si se está realizando en una intervención a corazón abierto que tras una intervención estética.

Para mayor ilustración de este caso nos remitimos a la Sentencia Juzgado de lo Penal Provincia de Málaga num. 351/2014 03-02-2015, a raíz del cual, en noviembre de 2007 una mujer se sometió a una liposucción durante la cual, el especialista cualificado practicó la operación de manera errónea y, sin realizar la lex artis aplicable en este tipo de casos, propició una perforación intestinal, así como un  cuadro de peritonitis secundaria generalizada, el cual, debido a su tardía constatación por parte del profesional especializado, provocó que la mujer, acusada de fuertes dolores en los días posteriores a la intervención, falleciera debido a un fallo multiorgánico y arritmia ventricular maligna, provocado en gran parte debido al elevado número de operaciones a las que se tuvo que someter con el objetivo de intentar arreglar la falta de diligencia del médico encargado de la primera intervención.

Es por ello que destacamos nuevamente la importancia de la Historia clínica, y su importancia como documento médico LEGAL, ya no solo por su función asistencial, puesto que se encarga de acreditar la efectiva relación médico paciente y por tanto todos los documentos relaciones con el tratamiento (o intervenciones) realizadas al paciente; sino también por su  función legal, puesto que permite una amplia investigación que ayudaría determinar la causa de la muerte y establecer un posible nexo de causalidad con la praxis llevada a cabo por el profesional sanitario.

Con esta hoja de ruta, que sirve de referencia para médicos (tanto el que trata, como los que tienen que seguir las pautas de su diagnostico) se pueden servir los tribunales para reconstruir el camino que se ha llevado a cabo hasta el momento del fallecimiento, y así poder determinar cuáles fueron las causas o si las actuaciones llevadas a cabo por el médico, o las pautas que se han de seguir en el tratamiento fueron las correctas, a través del pertinente examen pericial.

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